Si se te dañó la lavadora, no tienes o no sabes cómo usarla (si no consigues jabón, que también pasa) sobran las razones para no querer pasar por el duro momento de enfrentarte con tu (inmundicia) ropa sucia. Empezando porque mientras más tiempo dejas que pase, peor huele.
Una alternativa es botarla, pero no resulta tan bueno para la economía empezar de cero un nuevo clóset cada cierto tiempo. Otra es que se la lleves a tu mamá, pero puede que solo se deje un par de veces. Entonces no te queda más que asumir el ciclo sin fin de la lavada.
Sin embargo, no todo está perdido. Te traemos una serie de trucos y soluciones prácticas para hacer que tus prendas permanezcan limpias, olorosas y libres de manchas:
Echarle perfume a la ropa sucia NO es buena ide. Si quieres refrescar esa camisa que usaste durante todo un día, intenta rociándole vinagre blanco, ya que está comprobado que su composición ácida eliminará las bacterias que causan el mal olor. Solo debes mezclar en una botellita una medida de agua y otra de vinagre y aplicar esta solución en los lugares que más lo necesiten. Luego simplemente déjala secar al aire libre. También funciona para quitar el olor a guardado.
Otras alternativas igual de útiles y desinfectantes son el vodka pura o diluida (es inodora), jugo de limón con agua (aunque hay que tener cuidado, porque el limón decolora) o una pasta de bicarbonato de sodio con agua, la cual debes aplicar en la zona de las axilas, por ejemplo, luego esperar que se seque y retirarla con un cepillito.
Si tienes un problema con la sudoración, evita la aparición de manchas amarillas en la ropa blanca teniendo la previsión de plancharla con un poco de talco, sobre todo el área de las axilas y el cuello, antes de usarla.
Las manchas que sean muy pequeñas y discretas pueden ser tratadas puntualmente, sin tener que esperar a completar una carga completa. Por ejemplo las de tinta salen con antibacterial o con laca, pero si es muy grande probablemente luego tendrás que dejar la pieza en remojo. Los residuos de grasa pueden disimularse con tiza o talco, pero después tienes que asegurarte de quitarlo bien.
Puedes encontrarle otro fin al pan duro que no sea botarlo o rallarlo, ya que también sirve para remover el sucio de la gamuza, solo tienes que frotarlo hasta eliminarlo por completo, lo cual resulta perfecto porque nunca nadie sabe cómo lavar adecuadamente este material sin dañarlo. También puede ayudar a lidiar con los restos de pintura de labios, pero no desaparecerá el problema si se encontraban en la camisa de tu esposito.
Si se pegó un chicle en tus pantalones no olvides meterlos al congelador, eso endurecerá los restos de la goma de mascar y te será más fácil quitarla sin embarrarla. Este paso por el freezer también te ayudará a conservar tus jeans favoritos por más tiempo ya que las bacterias malolientes morirán por el frío, así no tendrás que lavarlos tan a menudo y podrán tener una vida más larga. Otra cosa que puedes congelar son los suéteres de lana o lino, en lugar de pagar algún tratamiento costoso en la lavandería, esto será suficiente para hacer que no boten más pelusa. Mientras que las bolitas que salieron por tanto lavar la tela, se pueden eliminar pasando una navaja, con la parte metálica de la esponja o con piedra pómez.
Del resto, toca resignarte e ir separando los colores.